2 jun 2011

Desde Yunquera al Pinsapar

"Desde Yunquera al Pinsapar: una experiencia escolar". Así se titula el estupendo proyecto ideado por Francisco Campos (Paco Arana) y por Juan Antonio Mateos (Don Juan el burgueño) desde el CEIP Sierra de las Nieves de Yunquera, y que este curso cumple su décimo aniversario. A simple vista, alguien podría decir que se trata de realizar excursiones a la sierra con alumnos de 6º de primaria, pero es mucho más que eso; algo mucho más profundo.



Su lema es: "CONOCER PARA RESPETAR, RESPETAR PARA AMAR Y AMAR PARA CONSERVAR"

Esa frase lo resume todo. Son demasiados los yunqueranos y personas de otros pueblos cercanos que viven de espaldas a la sierra, a esa maravilla que tenemos ahí arriba a muy poco de nuestros hogares. No conocen sus misteriosos rincones, su rica historia o las curiosidades de su fauna, flora y toponimia. En palabras de sus creadores:

"Desde Yunquera al Pinsapar: una Experiencia Escolar" es un proyecto que se realiza con alumnos de 6º de Primaria y cuyo objetivo principal es conocer el medio que les rodea, centrándonos principalmente en el estudio de la Reserva de la Biosfera "Sierra de las Nieves", mediante actividades de campo (senderismo, observación, orientación...) y de aula (confección de perfiles de ruta, dibujos de animales y plantas, redacción de experiencias, recopilación de experiencias de nuestros mayores...)

Una de las características que más me gustan de él, es que las salidas a la Sierra de las Nieves se realizan en grupos reducidos, es decir, sólo van a cada una de ellas un máximo de diez alumnos. De esa forma, la atención es personalizada, las explicaciones pueden ser oídas por todos y la participación es máxima. Por otro lado, no se trata de una mera actividad física, de andar por andar; sino que se ofrecen nociones de orientación y de toponimia por el camino, se dan explicaciones sobre sucesos o historias que ocurrieron en los parajes visitados y se revelan datos curiosos sobre la flora y la fauna del lugar. Todo esto en un ambiente distendido, relajado y amistoso; alejado de los rigores y de las normas que muchas veces nos encierran dentro de los muros de un aula escolar.

Pues bien, resulta que hace algo más de un mes, tuve la suerte y el honor de asistir a una de las salidas programadas por Paco y por el CEIP Sierra de las Nieves. La ruta era una circular desde el mirador Luis Ceballos hasta el pinsapo de la "E" o de "la Perra", pasando por el tajo de la Caína y bajando por las herrizas del Tio Cabello. 

Nada más llegar al mirador Ceballos pudimos contemplar en todo su esplendor la mayor masa de pinsapos del mundo. Allí, Paco nos repartió a todos un mapa básico de la zona con puntos de interés, nombres de los lugares y veredas que conforman un denso entramado de caminos. Seguidamente, explicamos a los alumnos unas nociones básicas de orientación en la naturaleza: interpretación de mapas, reconocimiento de los puntos cardinales, búsqyeda de apoyos en elementos de la naturaleza...Todos ellos serían factores importantes para luego reconocer el camino que tendríamos que elegir en cada bifurcación o cruce de caminos. A modo de juego, los alumnos iban a decidir qué camino seguir en cada momento.














"Orientándonos"

Antes de comenzar, recordamos juntos el consejo legado por Luis Ceballos, grabado en la escultura dedicada a su persona que se encuentra ubicada en el mirador. En él, nos aventura a disfrutar del bosque, de la naturaleza en todo su esplendor, y a no rehuir nunca de ella aunque los avatares del ser humano parezcan que discurran hacia otros objetivos...
Bajamos hacia el Hoyo de las Colmenas en una tranquila marcha. Como dije, en esta ocasión el senderismo queda en un segundo plano; caminar es sólo un medio para conocer nuevos lugares, nuevas historias y nuevos conocimientos sobre la Sierra de las Nieves. El pinsapo azul y su curiosa característica, el pasado agrícola de las tierras por donde pasamos, las teorías sobre la formación de pinsapos candelabros o los nombres de las diferentes plantas y flores son tema de conversación durante la subida hasta la era de los Gamones. Es un verdadero privilegio contar con alguien que conozca también su entorno y lo ame tanto como Paco para aprender y "empaparse" de todo lo que cuenta.


















En la era de los Gamones hacemos un alto para mirar a nuestro alrededor. Una mellada piedra de cuarzo o un pinsapo "cuatrillizo" son sólo una pequeña muestra de todo lo que hay. Da la sensación de que cada rincón es único, de que cada zona tiene su encanto, su propia historia, su característica que lo hace especial. Incluso el mundo de lo pequeño tiene cabida en nuestros sentidos a pesar de la inmensidad del lugar.

valle del Guadalhorce y bahía de Málaga cubierta por la bruma

Peonia

Curita
 
Pinsapar desde la era de los Gamones

La subida hacia el tajo de la Caína prosigue, no sin antes parar ante una nueva bifurcación. Los alumnos deben elegir entre las diferentes opciones y, aunque previamente explicamos nociones sobre orientación, la intuición predomina en sus decisiones sobre cuál es el camino correcto. También tenemos tiempo para reflexionar sobre el futuro de los pinsapos y mencionar algunos de los peligros que amenazan a esta especie millonaria. 
Actuación contra las plagas

De este modo, atravesamos los pinsapos más viejos de la zona para llegar al mirador del tajo de la Caína. Aquí todos los alumnos junto con el maestro Isidro, se quedan maravillados ante el increíble paisaje que se divisa: la imponente cañada de las Carnicerías, cerro Coronas, el Picacho y como no, el tajo de la Caína. Isidro y yo nos aventuramos por la vertiginosa vereda que discurre por debajo para beber el agua fresca de su fuente. 
               Yunquera: tierra de pinsapos

Grandioso pinsapo candelabro


  Tajo de la Caína                 

A continuación de explicar la tétrica leyenda del tajo, subimos arriba para seguir contemplando las estupendas vistas. 

Los maestros en el tajo de la Caína

La cañada de la Perra


Tras un nuevo cruce de caminos, los alumnos nos dirigen con buen criterio hacia la cañada de la Perra; línea divisoria de dos mundos opuestos: el bosque de pinsapos y la meseta de los quejigales (os aseguro que son muy diferentes entre sí, aunque los dos son magníficos). Paco continúa ilustrándonos el recorrido con diferentes conocimientos sobre naturaleza: nombre de plantas y flores, historias, etc.


En uno de los claros que encontramos entre el denso bosque de matorral y pinsapos cercano a la vereda, observamos un acontecimiento que los más afortunados podremos contemplar a lo largo de los años: el desarrollo de un nuevo bosque de pinsapos. Está creciendo a una altitud atípica, en torno a los 1500-1600 metros de altitud. ¿Cambio climático quizás? No lo sé, hoy sólo hablaremos de cosas buenas.

En la cañada de la Perra está naciendo un nuevo bosque del rey de la sierra; cientos de pinsapos jóvenes empiezan a poblarla, gracias a aquellos árboles centenarios que se encuentran dispersos por ella y entre los que destaca uno en especial: el pinsapo "E" o pinsapo de "La Perra". Y a él nos dirigimos.

Bosque en crecimiento en la cañada de la Perra

Pinsapo E: su tronco derecho simula esta letra

Referencias bibliográficas afirman que estamos ante el pinsapo con el tronco de mayor grosor de la Sierra de las Nieves: los alumnos lo rodean con sus brazos y lo confirman, pues hacen falta 6 de ellos para cercarlo por completo. Junto a él descansamos y comemos un poco, de nuevo en medio de una agradable conversación. El maestro Isidro se encuentra maravillado de la belleza de los pinsapos y de los increíbles paisajes de la sierra.

Los alumnos rodeando el pinsapo

Antes de iniciar el camino de vuelta, Paco nos explica otro hecho curioso que se produce en la naturaleza. Concretamente, nos habla sobre las agallas de los quejigos. Yo desconocía totalmente, al igual que el resto de acompañantes, la historia de estas "pelotitas" que crecen en los quejigos y en otras especies de quercus. Aunque yo las había visto en numerosas ocasiones, en mi ignorancia pensaba que se trataba del fruto del quejigo, pero éste es la bellota. Las agallas son el resultado de un sistema de defensa que utilizan los quercus contra los insectos parasitarios. Cuando un insecto "pica" una rama para guardar allí sus huevos, el quejigo crea una "bola" que separa las futuras larvas de su corteza; protegiéndose así de ellos.

Paco, en plena explicación

Iniciamos el camino de vuelta satisfechos, con la barriga y la cabeza llena, cada una alimentada a su manera. Aún quedan varias bifurcaciones para poner a prueba a los alumnos. La bajada por las herrizas del tío Cabello se realiza a buen ritmo y, rápidamente, vamos acercándonos al mirador Ceballos. Por el camino, destaca la fugaz visión de un lagarto ocelado, que se esconde bajo unas piedras de la extraña presencia humana.

Los alumnos deciden por donde continuar

El retorno

El descenso se hace siempre entre pinsapos, con la bahía de Málaga y el valle del Guadalhorce en el horizonte y con la población de Yunquera en las cercanías. Por la cañada de Juanisco Huelva vuelvo hacia el coche meditando sobre la relación entre la educación y la frase de Luis Ceballos, aquella de: "No rehuyáis nunca el contacto con el monte; acudid a él llenos de curiosidad y de espíritu de observación, dispuestos a verle y a sentirle, apreciando todos los detalles de su momento vital"

Cada cual que obtenga su propia conclusión, yo me guardo la mía.


2 comentarios:

  1. Killo, a ver si algún día nos pasamos unos pocos por la Sierra de las Nieves y nos haces de guía por los senderos. Tengo ganas de bajar por la cañada de las carnicerías otra vez.
    Un saludo desde Álora.

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  2. Ok, a mi me encantaría, ya sea corriendo o andando. Ya me cuentas!

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